Un estudio de tamizaje es aquel que nos permite identificar en una población sana sin síntomas, posibles riesgos de padecer una enfermedad, estos estudios nos permiten prevenir para poder tratar de manera oportuna cualquier padecimiento. Es cuando decimos que un chequeo ginecológico anual puede salvar vidas, ya que nos permite identificar cáncer de mama, cérvico uterino, vagina, vulva, ovario y útero
O mejor dicho citología cervical, es el estudio de tamizaje encargado en identificar un cáncer cervicouterino, cada día está más en desuso, pero sigue siendo una prueba con una sensibilidad del 37-80% en promedio del 50% de detectar una lesión si es que la hay. Por ello es que ha ido disminuyendo su uso y dando espacio a otras pruebas como la colposcopia o detección de serotipos de VPH.
La colposcopia es un procedimiento médico que se utiliza para examinar el cuello uterino, la vagina y la vulva con un instrumento llamado colposcopio. Este instrumento tiene una lente de aumento que permite al médico observar con detalle cualquier anomalía en estas áreas. La colposcopia se realiza generalmente como parte del seguimiento de pruebas de detección del cáncer de cuello uterino, como la citología cervical anormal (Papanicolaou). También se puede utilizar para evaluar cambios anormales en el tejido cervical, identificar lesiones precancerosas o cancerosas, y guiar la toma de biopsias si es necesario. Es un procedimiento relativamente rápido y generalmente se realiza en el consultorio del médico.
Las pruebas de detección de serotipos de VPH (virus del papiloma humano) son pruebas
médicas que se utilizan para detectar la presencia del virus en muestras de células del
cuello uterino. Existen diferentes tipos de pruebas de detección de VPH, pero todas buscan
identificar la presencia de ADN de los distintos serotipos del virus.
Las pruebas de VPH son importantes para la detección temprana del virus, ya que ciertos
tipos de VPH están asociados con un mayor riesgo de desarrollar cáncer cervical y otras
enfermedades relacionadas con el VPH. Estas pruebas pueden ayudar a identificar a las
personas que tienen un mayor riesgo de desarrollar enfermedades relacionadas con el VPH
y pueden guiar la necesidad de realizar pruebas de seguimiento adicionales, como la
colposcopia o la biopsia.
Las pruebas de detección de VPH pueden ser parte de los
programas de detección de cáncer cervical y se suelen realizar junto con la citología cervical
(prueba de Papanicolaou). En algunos casos, las pruebas de VPH se utilizan como método
primario de detección, especialmente en mujeres mayores de 30 años. Estas pruebas son
una herramienta importante en la prevención y detección temprana del cáncer cervical.